Westworld y las teorías extravagantes sobre la consciencia

Hace un par de semanas se emitió en EEUU el final de la primera temporada de una serie que va a dar mucho que hablar. Westworld lo tiene todo para marcar una época en la pequeña pantalla, y a un seriéfilo como yo le ha arrastrado a tocar un tema que, honestamente, me da vértigo: la consciencia.

¿Cómo os imagináis que sería un parque temático en el futuro? Allá por 1973 Michael Crichton dio una respuesta con la película homónima en la que está basada la serie. Un entorno lleno de androides con los que el espectador pudiera interactuar para divertirse de las maneras más variopintas: desde embarcarse en aventuras o matar bandidos… hasta beber y putañear en un burdel. Un mundo en el que todo estaría permitido en tanto que sus habitantes serían máquinas. ¿Es llamativa la idea? Bastante. ¿Es por ello inverosímil? Al contrario.

 

Qué papel juega la consciencia en Westworld (sin spoilers)

La serie va más allá de la versión original: ¿qué hay de esos robots?, ¿sufrirían?, ¿reaccionarían ante ese sufrimiento?, ¿se darían cuenta del «engaño» en el que viven o se comportarían como meros autómatas? En definitiva, ¿serían conscientes? Los androides de Westworld son humaniformes no sólo en aspecto, sino en comportamiento. Sus ingenieros se esfuerzan en pulir cada detalle del mismo para hacerlo creíble. Los controlan mediante la programación de su conducta y la gestión de su memoria. Lo primero invita al debate sobre el determinismo vs. libre albedrío tratado en este blog, en el mío, y en el último número de Conductual. Lo segundo es algo físicamente más complicado de lo que creemos (borrar un dato siempre deja una huella), aunque voy a suponer que en el futuro esto podría resolverse. Pero con todo, la duda sigue en el aire… ¿despertarían?

«Wake up, Dolores».

Quién me mandaría a mí…

El estudio de la consciencia queda a medio camino entre muchas disciplinas: filosofía, psicología, lingüística, inteligencia artificial, antropología y neurociencia. Un repaso a las teorías más destacables está muy bien resumido por Francisco J. Rubia aquí.

Fuente: Wikipedia.

Cuando se bucea entre tanta conjetura, la conclusión más nítida que se saca es el dolor de cabeza que puede llegar a provocar el tema. Considerada por muchos como el mayor de los enigmas, esta madre de todos los berenjenales abre las puertas de par en par a la confusión conceptual. ¿Ser consciente del mundo equivale a serlo de uno mismo (autoconsciente)?, ¿ser consciente de uno mismo supone ser consciente de los propios pensamientos (metaconsciente)? Es fácil llegar a un punto en el que uno ya no sabe si está manejando el mismo concepto de consciencia que el texto que tiene delante. Por no hablar de los debates que suscita: ¿es posible definir la consciencia por su sustrato físico, lo que ocurre en las neuronas?, ¿tiene acaso sentido tratándose de una experiencia genuinamente subjetiva?

En fin, sigamos con Westworld para hacer más digerible la cosa…

¿Es exclusivamente humana la consciencia?

A priori, saber si mi ordenador tiene consciencia me resultaría tan difícil como saber si cualquier persona que no sea yo la tiene. No hay motivos para pensar que deba ser una cualidad humana, y sí evidencias que apuntan a su presencia en otros animales. La autoconsciencia ha sido explicada por los analistas de conducta como un proceso de autodiscriminación condicional. En este artículo (Pérez-Acosta, Benjumea y Navarro, 2001), que compartió con nosotros Jorge Campo en su día, se exponen y discuten estos hallazgos.

¿Y qué hay de los androides? Así es como lo sugieren en la serie de marras…

La mente bicameral

Los guionistas de Westworld han tenido el detalle de aclarar, en la propia ficción, que la teoría propuesta en 1976 por Julian Jaynes está desacreditada. Han recurrido a ella con la (hábil) excusa de que para hacer consciente a una inteligencia artificial sí podría funcionar.

¿Qué dice esta teoría? Según Jaynes, la consciencia es una propiedad que emergió fruto de la ruptura de la mente bicameral. Su particular lectura de los poemas de Homero le llevó a concluir que en aquella época los seres humanos se dejaban guiar por voces que atribuían a dioses, cuando lo que escuchaban eran sus propios pensamientos. Sí, lo que venía a decir es que Aquiles y compañía asediaron Troya por culpa de alucinaciones. La invención de la escritura supuso una ruptura de esta dualidad, y es ahí cuando aprendimos a ser conscientes, cuando caímos en la cuenta de que esas voces eran nuestras. En este excelente artículo de Cristina Sánchez se desmenuza ampliamente el asunto también a colación de Westworld.

Pese a lo estrafalario de la mente bicameral y de haber sido ampliamente desechada, lo cierto es que se sigue citando. Decía en esta revisión Daniel Dennett (citada también aquí) que «había un montón de ideas realmente buenas acechando entre la basura completamente salvaje«. La que no ha gozado de tanta difusión es la que presento a continuación.

Consciencia fuera de la cabeza

En 2004, François Tonneau rescató una concepción de la consciencia, la del nuevo realismo, en un artículo que podéis descargar aquí (o contactando conmigo). En 2010 Alva Noë publicó «Fuera de la cabeza. Por qué no somos el cerebro y otras lecciones de la biología de la consciencia».

¿Un rechazo desmesurado al cerebrocentrismo? Sus autores tenían en el punto de mira, principalmente, al dualismo. Partían de la idea de que el objeto observado y la experiencia (fenoménica, subjetiva) de su observación son la misma cosa. Por supuesto, no son pocas las objeciones a semejante visión: en el texto de Tonneau que os enlazaba trata de refutarlas.

Operario de Westworld buscando la consciencia con un palo desoyendo a los autores del nuevo realismo.

Concluyendo

Comparto la impresión de que el nivel al que se aspira estudiar la consciencia está falto de un lenguaje que permita hacerlo. Como si se investigase la química antes de haber inventado las matemáticas. En este punto puede que hasta la más extravagante de las teorías tenga algo interesante que aportar… aunque sea sólo para descartarlo.

Autor: Óscar Pérez Cabrero

Twitter: @OscarPerez_Psi

 

Imágenes utilizadas: póster y fotogramas de Westworld, HBO (2016).